
La pandemia ha acelerado cambios para los que no estábamos preparados. Nuevas
realidades exigen nuevas técnicas y destrezas.
En época prepandémica, quienes lideraban equipos humanos se enfrentaban a retos naturales. Esos desafíos se han vuelto más complejos en esta era colmada de incertidumbre y ambigüedad, con un alto impacto en la salud mental y física de líderes y co-elaboradores. No podemos pretender solucionar los problemas macroeconómicos, sociales e industriales ocasionados por la covid-19, pero podemos enfocarnos en atenderlos y resolverlos en nuestro entorno.
Nuevas realidades exigen nuevas técnicas, habilidades y destrezas. Existen cuatro factores para un liderazgo transformacional. Los hemos agrupado en lo que llamamos Liderazgo 4D: Diversidad, Divergencia, Digitalización y Disrupción. Liderar exige un efecto transformacional que permita modificar y mejorar realidades personales, familiares, organizacionales y sociales de manera efectiva y ecológica. Cada uno de estos cuatro factores apoya el ejercicio de influencia y alineación en un equipo humano hacia resultados que excedan las expectativas de co-elaboradores, clientes y accionistas. Veamos estos cuatro factores:
1. Diversidad: Varias investigaciones científicas muestran que los equipos con diversidad cultural, cognitiva e identitaria son más innovadores que los grupos homogéneos. Mientras más hábil es quien lidera estos equipos con alta diversidad, mayor será su innovación y su capacidad para alcanzar mejores resultados. Liderar con equidad, igualdad, diversidad e inclusión es una habilidad crítica para ser competitivo en un mercado altamente cambiante.
2. Divergencia: Tan importante es que líderes y co-elaboradores converjan en sus pensamientos y acciones, como que tengan la capacidad para divergir y ser creativos. Ser líderes divergentes requiere indagar y estimular con ideas creativas, creando un espacio para la originalidad y la autenticidad. Hay que dejar de decir lo que debe hacerse y comenzar a trabajar para lograrlo.
3. Digitalización: La Cuarta Revolución Industrial, identificada como 4.0, está determinada por transformaciones tecnológicas y digitales. Como decíamos, la covid-19 aceleró cambios que estaban en progreso. Las personas que lideran y co-elaboran en entornos organizacionales ven difusa la frontera entre lo físico y lo digital, siendo forzadas a trabajar de forma remota, usando plataformas digitales que se utilizaban eventualmente y que ahora son de uso constante. Debemos atrevernos a usar nuevas herramientas.
4. Disrupción: Las ideas disruptivas han cambiado el orden de ciertas industrias y han transformado la forma de vivir y trabajar. Uber, Airbnb y Netflix han cambiado la industria del taxi, los hoteles y el cine. Pero, ¿Cómo disrumpir sin afectar la rentabilidad? Los expertos invitan a usar una postura dual en la cual coexisten las unidades organizacionales clásicas, que hay que cuidar y explotar, y las unidades autónomas e interdependientes que sirven para explorar nuevas ideas e iniciativas disruptivas.
Al buscar una transformación sostenida y efectiva, conviene tomar conciencia de que desarrollar estos cuatro factores de liderazgo requiere perder el miedo. Solo es posible convertirse en una persona divergente, digital y disruptiva si se cuenta con el conocimiento y el coraje para atreverse a errar sin temor. Se sugiere ejercer autenticidad, originalidad, humildad para aprender y curiosidad. Solo así podemos fortalecer el músculo del fracaso fácil para la innovación y la transformación.
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